La diferencia entre información y datos puede convertirse rápidamente en un argumento filosófico del que se puede quitar poco uso. Sin embargo, siendo audaces (y tal vez insensatos) trataremos de llegar a una separación práctica entre los dos.
La forma ideal de dividir datos e información es considerarlos como un punto de control y un punto final. En esta vista, los datos se refieren a las cifras, estadísticas y otros hechos concretos que pueden analizarse para obtener más información. Las ideas que provienen del procesamiento y análisis de datos se consideran información. En otras palabras, sin esas ideas, los datos no tienen sentido y no se puede extraer información de ellos. En resumen, el procesamiento de datos produce información.
Esta separación funciona en la práctica, pero tiene algunos inconvenientes. A veces, la información resultante del procesamiento de datos puede "degradarse" al nivel de datos y procesarse nuevamente para obtener más información (más información). Para que esto funcione de manera lógica, necesitamos ampliar la definición de datos a todo lo que se procesa o analiza y ajustar la definición de información para que signifique información sobre el tema o problema que se está considerando. En este sentido, la información es cualquier cosa que proporcione información significativa al observador a primera vista, mientras que la información es cualquier cosa que requiera más procesamiento o análisis antes de producir esa información.
Entonces, la diferencia entre los datos y la información depende del propósito de la persona que los mira. Lo que es simplemente un dato para una persona puede ser una información vital para otra persona. Por ejemplo, es muy probable que el valor de mercado de una casa en particular sea información importante para el propietario, pero es simplemente otra información para un economista que rastrea los precios de la vivienda en la ciudad a lo largo del tiempo.