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Los vehículos autónomos prometen ser una tecnología disruptiva, capaz de revolucionar nuestra sociedad de muchas maneras, como cualquier otro descubrimiento innovador. A pesar del hecho de que los detalles sobre algunos prototipos se han filtrado en las noticias, la verdad sobre lo que esos vehículos pueden y no pueden hacer aún está algo envuelta en el misterio. Como era de esperar, cuando la información disponible es escasa, muchos mitos y conceptos erróneos que rodean a estos vehículos pueden comenzar a circular. Nosotros en Techopedia estamos aquí para desacreditarlos y dejar que nuestros lectores sepan la verdad sobre los autos sin conductor … * música siniestra que suena en el fondo *
Mito n. ° 1: los autos sin conductor se pueden piratear fácilmente.
Excepto que son aún más seguros que los autos tradicionales, por muchas razones diferentes. Este mito se origina en un experimento realizado en 2015 por un par de periodistas de Wired, cuyo Jeep Cherokee tradicional y no autónomo fue controlado por un hacker remoto que incluso fue capaz de "manejarlo" por un tiempo. Sin embargo, lo primero que notaría un observador atento es que el experimento ocurrió en 2015. Estamos en 2019 y las tecnologías evolucionan. Incluso los primeros sistemas operativos eran casi seguros cuando se lanzaron al público por primera vez. Es normal. (Obtenga más información sobre cómo hackear vehículos autónomos: ¿es por eso que todavía no tenemos autos autónomos?)
Pero si queremos ir más allá de esta observación práctica, la verdad es que los vehículos autónomos son más resistentes a la piratería que los tradicionales. Los puntos de entrada para hackear un automóvil autónomo son numerosos, pero su interconectividad compleja entre múltiples sensores y capas de comunicación hace que un ciberataque potencial sea mucho más difícil de organizar, especialmente si esos sensores están integrados con otras tecnologías (futuras) como las carreteras inteligentes. Además de eso, hay una gran cantidad de soluciones únicas que se han propuesto para abordar las vulnerabilidades potenciales de los autos autónomos al pirateo, como el uso del software utilizado para proteger a los aviones de combate militares.