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A medida que las empresas compiten por lograr su transformación digital, el centro de datos está experimentando una reestructuración completa de su arquitectura. Muchas empresas están migrando a un enfoque de TI híbrido en el que las cargas de trabajo se corresponden con la plataforma adecuada que optimiza la experiencia del usuario y maximiza el ROI. Para lograr los mayores niveles de agilidad y flexibilidad que se requieren en el entorno competitivo global de hoy, TI debe deshacerse de los silos dentro de la empresa típica que ha segmentado su capacidad para actuar como una ecosfera fluida uniforme. (Para obtener más información sobre la transformación digital, consulte Lo que se debe y no se debe hacer en la transformación digital).
La administración de TI también debe buscar formas de reducir el tiempo de valorización de la nueva infraestructura al reducir los tiempos de implementación y agilizar las operaciones. Al hacerlo, las unidades de negocio pueden maximizar las ventanas de oportunidad cada vez más reducidas que pueden contribuir directamente a la rentabilidad de la empresa. Para cumplir con estas altas expectativas, TI está incorporando varias tecnologías como la computación en la nube, las redes definidas por software y la infraestructura hiperconvergente (HCI).
El centro de datos heredado dominado por silos
Hasta hace poco, cualquier intento de transformar TI dentro de una organización se ha definido tradicionalmente por meses, si no años. La mayoría de las transformaciones se inician por la necesidad de reemplazar el hardware al final de la vida útil o introducir nuevos sistemas operativos cada pocos años. Estas grandes ventanas de tiempo le permitieron a TI el lujo de tomar hasta seis meses para pasar del nacimiento de una idea a la implementación.