¿Qué es la mente? ¿Es simplemente una suma colectiva de impulsos neuronales en red? ¿Es menos o más que eso? ¿Dónde comienza y dónde termina? ¿Cual es su propósito? ¿Es el alma? Estas son preguntas que han obsesionado la conciencia humana durante gran parte de su existencia. Pero en esta era cada vez más digital, obtenemos una nueva y emocionante visión de la naturaleza de la conciencia simulándola artificialmente.
La inteligencia artificial está algo poco definida, pero generalmente puede entenderse como un subconjunto de otro campo llamado biomimética. Esta ciencia (denominada indistintamente "biomimética") imita los procesos naturales dentro de los sistemas tecnológicos, utilizando la naturaleza como modelo para la innovación artificial. En la naturaleza, la evolución recompensa los rasgos beneficiosos al proliferarlos en todo el ecosistema natural, y la tecnología comparte tendencias similares, ya que la tecnología que produce los resultados más útiles es la que prospera.
A medida que las máquinas desarrollan la capacidad de aprender, calcular y actuar con un nivel de creatividad y agencia individual que es prácticamente humano, nosotros, como personas, nos enfrentamos a preguntas cada vez más complejas pero inminentes que rodean la naturaleza de la IA y su papel en nuestro futuro. Pero antes de profundizar demasiado en la semántica de la inteligencia artificial, primero examinemos tres formas en que ya está comenzando a manifestarse en nuestro mundo.